¡Este 2014 nos vamos a poner morados!. Y no es porque solo yo lo diga, que lo ha dicho Pantone. No, no es la marca de champú, es la empresa que hoy en día ayuda a todo diseñador a poner nombre a cada color y pueda haber entendimiento entre todos, sobre todo entre diseñadores. Lo que para uno es azul, otros lo llaman verde…casi todos hemos mirado la guía Pantone cuando hemos decidido pintar la casa. Son esas tarjetitas de colores con números y letras que identifica cada color. Luego las grandes marcas a veces no ayudan en esto y deciden nombrar sus tonos, en plan «azul tentador», «azul tormenta», «nube de atardecer»… y no me los he inventado, que existen. Y al final uno no sabe de qué color está hablando.

Pantone ha decido que el color del año 2014 es el Radiant Orchid 18-3224. Lo tomo como una señal, la morada de mi corazón fue mi primer post, las orquídeas son una de mis flores favoritas y el morado en toda su gama mi color predilecto. Para aquellos que no les guste tanto, que se vayan preparando, porque diseñadores, estilistas y decoradores inundarán de este tono todo nuestro entorno.

Como el morado está de moda, haré un estudio sobre este color en los siguientes post.

Menos mal que Pantone puso un poco de luz – en realidad puso nombre – en esta materia. Los expertos y artistas saben diferenciar entre violeta, malva, lila, lavanda y púrpura…todo son tonos sacados de la mezcla entre el magenta y cian, y dependiendo de su composición da un tono u otro. En esto de poner nombre a los colores hay que tener en cuenta la herencia cultural y temporal. Científicamente está demostrado que no vemos los colores todos igual y a eso hay que sumarle que la geografía también da matices al color.

Lo que conocemos por morado antiguamente se llamaba púrpura. Pero, ¿de dónde se obtenía el color púrpura?.

El púrpura más apreciado era el de Tiro, en el actual Líbano. Y los romanos mencionan en sus textos que el púrpura era obtenido de los moluscos. Se necesitaban unos cuantos miles de kilos de moluscos para poder obtener la cantidad necesaria para pintar un paño de tela o una tabla. Debido a lo costoso que era de obtener se reservaba para pintar elementos divinos, mantos, fondos de tablas…Ni qué decir que dependiendo de la variedad del molusco que se utilizara se obtenía un tono u otro de morado.

Leer los antiguos manuscritos y ver como describían los pigmentos o materiales parece brujería. A menudo mencionaban minas y lugares específicos dónde se podía hallar el pigmento en cuestión, y como a Pantone aún le quedaban muchos años para aparecer, relataban la versión alquimista del pigmento. Para los que les guste este mundo del arte un poco medieval, os resultará interesante la empresa Kremer Pigmente, consigue pigmentos elaborados a la antigua usanza, como dictan los manuscritos. Para los que nos gusta comprar el pigmento en bolsitas de polvo y no en tubo, este lugar es una delicia.

Para los amantes de la mineralogía aquí os dejo un catálogo de Kremer pigmente donde habla de cómo consigue estos pigmentos, las características y composición química al más puro estilo Heisenberg de Breaking Bad.

Esto es solo una pincelada, el mundo del color es apasionante. En próximos post más historia y color.