Un mapa informa, un globo inspira

Es sorprendente la cantidad de historias que surgen de «la nada». Esas historias que nacen de una ilusión y ésta genera una idea, una labor y finalmente un trabajo que se convierte en una empresa. Es el caso de Peter Bellerby. Para el ochenta cumpleaños de su padre quiso regalarle una esfera del mundo. Cuando después de recorrer tiendas y encontrarse con modelos de plástico o de una calidad no apta para un regalo tan especial, decidió hacer uno como él deseaba. Aquellos que lo hayan intentado sabrán que hacer una esfera perfecta no es cosa fácil, sea del material que sea. Si además quieres forrarlo de papel pintado a acuarela…la más mínima imprecisión te lleva a un error catastrófico. Peter tardó dos años en poder conseguir un globo a su gusto, sin contar con el dinero invertido -según cuenta en sus entrevistas fueron unos cuantos miles de libras-.

Realiza globos de 22 cm de diámetro hasta metro y medio, como el modelo Churchill.

En este video se puede ver su manera de proceder, dónde y cómo trabaja. El video realmente inspirador. Sin duda una delicia de estudio. El taller está formado por diferentes artistas y pintores que le ayudan en la particular tarea. He de confesar que me encanta observar como trabaja cualquier artista, aunque yo me pongo de los nervios cuando siento que me miran.

Al verle trabajar recuerdo una canción que dice: «no hay arte sin emoción, ni precisión sin artesanía». Ahora que estamos en la era de la tecnología, me sorprende que haya gente que se dedique a estas cosas. Seguro que si dices a un amigo «me voy a dedicar a hacer globos terráqueos de manera artesanal», te dirá que perderás el tiempo…Si, dos años, como Peter. Buscar un mapa preciso y fiel a la realidad, aprender Illustrator… su obsesión por llegar al objeto deseado, la dedicación, su labor de investigación, sus fracasos…todo ello ha hecho que sea el mejor constructor de globos terráqueos del mundo. Ahora le llaman para hacer exposiciones en National Geographic Society, vende cuatrocientos globos al año y Scorsese le encargó uno de sus globos para la película Hugo.

Un mapa informa, un globo inspira. Y es que, ¿alguien ha podido evitar la tentación de ver un globo terráqueo y no darle una vueltecita?. ¿Buscar un país y comprobar las antípodas trazando un eje imaginario que atraviese el interior de la esfera?. ¿Buscar el lugar al que quieres viajar o has viajado?. No puedo evitarlo siempre que se ha dado la ocasión. Los globos de Peter Bellerby pasan a formar parte de mi lista de deseos.

Esta historia me hace pensar en algo que cada día retumba en mi cabeza con más fuerza. Cuando encuentres algo que te apasione no lo abandones, seguro que te lleva a algún lado. Y como dice otra canción: «nunca el tiempo es perdido». Aunque, a veces, lo realmente difícil es descubrir lo que te apasiona.

Dedico este post a mi profesor de Historia del instituto, J.M.G, que nos llevó a una exposición de instrumentos científicos del siglo XVI y descubrí lo mucho que me gustan los astrolabios, la geografía y la Historia.

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